Los operadores, completamente programables y silenciosos, tienen sensores que abren automáticamente las puertas cuando detectan que los usuarios se acercan.
Son ideales en puertas exteriores e interiores, donde permiten el fácil acceso a personas con capacidades limitadas o con aparatos como sillas de ruedas.
Su uso está aprobado para puertas de protección contra incendios y pueden programarse para que funcionen con batería y operen durante un corte de energía.
Los operadores pueden automatizar fácil y rápidamente cualquier puerta manual existente de cualquier área y edificio.